Tuve el gran placer de poder conocer a los gatos de La Gatoteca el día antes de la inauguración - con toda la tranquilidad y tiempo...
Nada más llegar me topé con una recepcionista muy especial: Alba, una preciosa gata con herencia siamesa, unos ojazos azules inmensos y una voz potente, reclamando atención indivisa.
Al entrar a la zona destinada a los felinos se encuentra un@ con un enorme colorido mural gatuno de Isaac Mahow y, como en el resto del local sofás y puffs para sentarse.
Sigue otra sala en la planta baja, donde se realizarán cursos, charlas y terapias, ahora mismo "ocupada" por Surco, un impresionante gato con aire de Bosque, que es el más jóven del grupo (7 meses) y aún tiene que crecer más, y Roco, gatazo de pelo suave semi-largo.
En la planta superior por fin pude conocer también al resto de los inquilinos peludos: Bernardita, una gata tricolor de colores poco habituales, Pixulina, el primer felino del proyecto, Pulguita, Pancho y Vida.
Y aquí la cuadratura del círculo: Tanto Pulguita como Pancho con los ojos ABIERTOS.
No os dejáis engañar por el aire de Grumpy Cat de la peque, es muy dulce y "lava" a todo el mundo, mientras Pancho hace gala de su nombre...
La zona detrás de la biblioteca es de uso exclusivo felino, con un conjunto de varios rascadores ante unos ventanales protegidos con malla, que permite a los felinos observar la vida en el exterior.
Luego Eva Alexander fue tan amable de presentarme a los gatos nº 9 y 10, Valentino, todo dulzura y suavidad y Bowie, un llamativo odd-eyed blanco con un ojo verde y otro azul. Aún estan en cuarentena, separados del resto, pero muy pronto se incorporán no sólo al equipo gatuna de La Gatoteca, sino a ser terapeutas animales para ayudar a personas con problemas.
Y al día siguiente, la esperada fecha de apertura oficial.
Con un gracioso cartel de Normas para el trato de los felinos en la entrada, las fotos de Pancho, Roco, Alba, Bernardita, Pixulina, Vida, Pulguita y Surco flanqueando el pasillo ....
... y con unos gatos que ejercieron de perfectos anfitriones y arancaron más de un comentario del tipo "me quiero quedar a vivir aquí" y "esto es un sitio mágico"...
.... pero, atender a tanto humano cansa muuuuuchooooo
Me he quedado prendada de lo sociable y carinoso que son todos ellos, a pesar de sus historiales, traumas físicos y psiquicos y carencias anteriores.
Porque esto es, a diferencia de otros Cat Cafés, la motivación principal de La Gatoteca, sede física de la ONG Abriga (Asociación Benéfica por el Rescate e Inserción de Gatos en Adopción): ofrecerles una segunda oportunidad, recuperándolos y dándoles la posibilidad de encontrar entre los clientes a "su" human@.
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