Visita al Templo de Gatos

cat-cafe-cafe-katzentempel-munich-gato-jack

 

En el pasado, los gatos fueron adorados como dioses y todavía no lo han olvidado. (Terry Prachett)

 

 

Cat Café Katzentempel

 

Para esto existe desde mayo 2013 en Munich el "Katzentempel" (templo de gatos) dónde puden ser adorados.

 

Es el primer Cat Café alemán y, gracias a su promotor, Gizmo, Ayla, Jack, Balou, Saphira y Robin pudieron olvidar una vida todo menos endiosada, porque todos provienen de la asociación protectora "Rassekatzen in Not", producto de criadores irresponsables.

 

El Katzentempel es ahora su hogar y los clientes "sólo" visitantes, a los que se les pide desde la entrada amablemente cumplir con unas sencillas reglas de convivencia.

 

Tan pronto como se franquea la doble entrada (a modo de exclusa para la seguridad de los gatos), se encuentra con un ambiente casi mediterráneo. Todo es relajado, sin prisas, se escuchan risas y personas desconocidas entablan conversaciones.

 

El mobiliario y decoración del local (160m2) son minimalista y pensado sobre todo para los gatos. Mesas de bambú, mucho espacio libre y una gran cantidad de pequeñas baldas escalonadas en las paredes, un rascador enorme de madera natural, muebles de mimbre y coloridos cojines en los grandes ventanales convierten el Katzentempel en un gran área de juego para los felinos.

 

Naturalmente hay también juguetes y los habitantes del templo no tienen problemas para hacer entender que les place en cada momento.

 

 

Así Jack, tumbado en la última plataforma del árbol-rascador,  convence al humano que está jugando con él, que ahora preferiría ese juguete de hilos a su mano. Como ex gato callejero, atropellado por un coche y por eso con la pata trasera derecha amputada, muestra a todo el mundo que su condición no le impide en absoluto llevar una vida gatuna normal y feliz.


Gizmo no se corta ni un pelo en pedir a los visitantes lanzarle una y otra vez su ratón de juego, al que devuelve desde las baldas en la pared con saque de tenista profesional.


Ayla, su preciosa hermana, se posa en el gran ventanal, disfrutando las caricias mientras observa el mundo exterior y consigue que no pocos viandantes se paren para admirarla.


Saphira, ajena a todo el bullicio y se dedica con fruición a su ritual de belleza. Su hermanita Robin parece algo más tímida y prefiere quedarse (por ahora) en su casita de mimbre.


Sólo Balou se escabulle, pero aparece luego de nuevo, para gran alegría de una chica que por fin, en su cuarta visita, puede ver a su "estrella" en vivo y directo. Balou parece ser el preferido secreto y es fácil de entender porque realmente es una monada y una tiene que retenerse para no achucharlo. Lo que -contradiciendo su apariencia de osito de peluche- no le hace especial gracia.


 

Saphira, ajena a todo el bullicio y se dedica con fruición a su ritual de belleza. Su hermanita Robin parece algo más tímida y prefiere quedarse (por ahora) en su casita de mimbre.

 

Todos los gatos son sorprendentemente relajados y filantrópicos y disfrutan de la atención de los clientes, que los tratan con mucha consideración. Y si, a pesar de todo, en algún momento tienen demasiado,  pueden retirarse a descansar a su aposento privado, donde también son alimentados y tienen sus bandejas de arena.

 

 

Las personas que visitan  "su" Katzentempel suelen respectar eso sin problemas y se deleitan mientras tanto con la oferta culinaria. Ricos platos veganos y repostería y una gran variedad de sabrosos tés fríos y calientes y zumos o un café. Todo es muy acogedor y hay tiempo.

La cocina es independiente del aforo, con una pasaplatos con cierre hermético por el que llega la comida, tapada con campanas de plástico, a las mesas.

 

Los fans de los gatos templarios engloban todas las edades y públicos: niños, estudiantes, trabajadores, jubilados y  amantes de los gatos, con y sin gatos propios. Y todos sucumben a la magia del Katzentempel.

 

La razón probablemente no son sólo los anfitriones  ronroneantes, sino su autenticidad. Porque amor por los animales, protección animal y nutrición vegana son programa en la vida de su abrelatas (y dueño del local) Thomas Leidner, ex inversor bancario, que dejó su profesión por razones éticas y cumplió con el Katzentempel un sueño.

 

Por eso también apela a futuros propietarias de animales a adoptarlos de una protectora o del extranjero, hay información sobre protección animal y latas de donaciones para diversos proyectos de ayuda y un porcentaje de las ganancias anuales es entregado para este fin.

 

Seguramente el camino no fue fácil; y había que salvar muchos obstáculos burocráticos y cumplir con disposiciones estrictas, pero definitivamente ha valido la pena: El Katzentempel es realmente un templo de recreo en el día a día estresante.

 

katzentempel-muenchen-gato-balou-promotor-thomas-leidner

 

¡Muchas gracias! Jack, Saphira, Gizmo, Ayla, Balou y Thomas por la maravillosa tarde.

(y saludos a Robin, quizás la próxima vez ha superado su timidez y sale de su casita de mimbre…)