Consideramos que nuestro trabajo es especial - y no todo el mundo lo entiende. Porque por 'personalizadas' no entendemos de 'añadir' el pelo de tu compañero animal a una joya tipo, sino crear -siempre que sea técnicamente y por el pelo posible - algo único y especial, que refleje al compañero animal.
Y una de esas 'joyas' (*) ultra-personalizadas, queremos presentarte hoy. (*) Aunque literalmente el término no sea correcto, por parte del material empleado... PERO, tampoco el tipo y destino de la joya eran habitual: Nuestra cliente quería una joya 'para colgarse al cuello, pero sobre todo en el retrovisor de su furgoneta'.
Su segundo hogar móvil, hasta hace poco, junto a su querida perra Itzal. Su sombra, incomparable mejor amiga, compañera y equipo - que acababa de perder. Y con la que la acompañaba al trabajo y a todas partes, especialmente largas caminatas por el monte. Que en las noches de luna llena se perdía por el bosque 'de fiesta', regresando al amanecer, ladrando contenta. Rústica, dura, resistente, hiperfiel y pegada a ella, y descrita por muchos cómo 'la gran dama' y un ser 'muy especial'.
Tanto por el trabajo de la cliente con animales y querer colgar la joya en el retrovisor, cómo por la descripción de Itzal cómo muy rústica, pensamos ya desde el principio en algo más robusto.
Y tras 'conocer' a Itzal y ver las fotos, tenía claro que su joya debería reflejar todo lo esencial de ella y la vida con su humana: El monte, su sombra, la furgoneta (que luego se descartó), la luna llena y su cara triangular. la 'huella' que dejaba...
No fue tarea fácil, y en el camino quedaron eliminado el aro fino de plata de ley, (que vino a sustituir al de acero) - igual que éste (aún rebuscando había encontrado uno), porque en ninguno entraba la perla. Y también un aro fino más grande de plata, combinado con una chapita interior para los grabados. la opción de engaste/cabuchón y otras ideas que surgieron y se desecharon.
La idea no terminaba de guajar, no había combinación válida que permitía incorporar todo lo que quería y que representara a Itzal.
Hasta que... encontré la pieza ideal: Un aro grande, irregular y martilleado - con aspecto mucho más rústico y fuerte - cómo nuestra protaginista. Y de un tamaño ideal para el retrovisor. La única pega era que no era de plata, sino de zamak con baño de plata. Contacté a la cliente y le expliqué que normalmente sólo trabajo con materiales nobles - pero si ella estuviera de acuerdo podría hacer una excepción porque lo consideraba la mejor pieza para reflejar a su compañera canina y para el tipo de diseño que buscabamos.
En el transcurso de acordar juntas el diseño final 'trasladamos' el monte con la silueta de Itzal y la luna llena a un colgante (sin pelo) triangular aparte ...
... y nos quedamos para el aro con el nombre más 'Itzela' - consultando la cliente posteriormente si podríamos añadir otra peculiaridad, sus orejitas, con una de ellas doblada.
Y, así quedó finalmente la joya de Itzal:
Cómo el destino principal era el retrovisor, y para ello había que enrollar el cordón de hilo vegano, dimos el largo suficiente y prescindimos para más comodidad de un cierre tradicional de mosquetón, sustituyendolo por un nudo franciscano simple.
Gracias por confiar en nosotros para crear ese recuerdo de un ser, un vínculo, una época compartida tan especiales. Esperamos que las piezas creadas en su memoria, llenas de simbolismo y significado íntimo ayuden a hacer un poquito más llevadero el duelo por Itzal Itzela - esa sombra enorme para las cosas buenas. Que desde luego formará ya para siempre parte de mis modelos y trabajos más recordados y emotivos.
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