ALEX Roombito #miracle #kitten
El legado de Leo
Después de perder el verano pasado totalmente inesperada- e inexplicablemente a nuestro querido Leo, nuestro gato especial – no sólo por sus necesidades especiales - nos quedamos devastados… y no me planteaba por muchos meses incorporar a un nuevo gato a la familia.
Cómo por razones de espacio prácticamente me es imposible hacer una cuarentena larga, hablé con Alex de La Gatoteca, para que, llegado el momento, me buscara un compañero ya adolescente o adulto, compatible con mi torbellino Phibï.
Pero la vida tenía otros planes…
Un día de octubre vi en el Facebook de una amiga el SOS para una acogida "especial": (Otro) Alex, un gatito de 2 meses, víctima de la vileza humana. Atropellado / apaleado y/o pateado (tampoco se descarta contacto previo con veneno), recogido moribundo, rígido y con hipotermia, tirado en la carretera. A pesar de llegar con sólo con un hilito de vida, tetrapléjico, ciego y sordo del impacto, la veterinaria apostó por él, poniéndole medicación y en una jaula con luz infrarroja – y así, en esa foto, lo conocí.
Me debatía entre el corazón y la razón. Pasaron los días, la chica que le había llevado a la clínica y una amiga se turnaban en cuidarlo y daba 5 días tumbos en el transportín por el pueblo, hasta traérmelo a Málaga. Pesaba tan poco, que el transportín parecía vacío. No sabíamos hasta qué punto se pudiera recuperar y que secuelas le quedarían. Y por fin llegó el día de poder llevarla a un chequeo completo al hospital, dónde le detectaron una severa anemia y quedo hospitalizado, dándole además un episodio de hipoglucemia.
Nada más en casa, volvió a ponerse malo y dio positivo a PANLEUCOPENIA! Tuvo que pasar una semana más en el hospital – y la ya difícil cuarentena se volvió en plan quirófano – para mínimo 6 semanas!
... Y nuestro pequeño gran luchador lo consiguió, consiguió de sobrevivir a que le querrían matar, consiguió sobrevivir una anemia que ya casi se salía del diagrama, consiguió sobrevivir una panleucopenia – y 2 días antes de Navidad (y una cuarentena de 8 semanas que parecía interminable) consiguió conquistar en unos minutos a Phibï, su ahora “gran hermano”.
Aprendió a no andar en círculos, aprendió poco a poco de salir del estupor y fijarse en las cosas, aprendió a jugar, a perseguir pelotitas, a girar hacia la derecha (su lado "malo"), a subirse a sitios elevados...
De apenas 1 kg de gatito se convirtió en ese tiempo en un bicho bola, que parecía más un erizo gigante, que un gatito, hopeando como un conejito. Y ahora con 6 meses y 4,4 kg es ya casi un gato. Es otro "especial", más "despistado", más "torpe" y con secuelas neuronales en el lado derecho… - pero, igual a Leo, es feliz, disfrutando de la vida, de comer, de jugar.
Bienvenido, Alex Roombito
No estabas previsto, pero te aseguro que fuiste el “regalo” más bonito de Navidad en toda mi vida.
Abajo la historia de sus primeras 8 semanas y media - ALEX Roombito - La película