... y te cuento por qué ...
Es emocionante tener después de 13 años a mi primera gata, Filomena, a mi querido Charlie (que se fue hace 2, dejando un enorme agujero en mi corazón, que poco a poco se llenó de amor y gratitud), y a mis 3 gatas actuales Indi, Miga y Lorenza unidos en una joya hecha con sus pelos.
Pero tal vez debería explicar un poquito más acerca de qué va eso de las joyas con pelo animal.
No se sabe muy bien dónde surgió la idea inicial.
Quizás lo más mediático son las creaciones de Flora Davis, hechas con el pelo de su propio gato, y las de Heidi Abrahamson en EE.UU.
Aunque en Alemania también hay hace varios años alguno realizando joyas con pelo de animales, pero personalizadas, y allí se ha convertido en toda una moda.
Fascinada por la idea, me impactaron los comentarios de clientes de los artesanos alemanes. Personas a las que ayudaron en el duelo por su amado felino, otras a las que les hicieron más fácil sobrellevar la añoranza de su gato mientras estaban hospitalizadas... y una gran mayoría que simplemente quería una joya única, irrepetible y absolutamente personal. Y un signo de unión que honra el amor de nuestros felinos.
Pasó el tiempo, pero la idea ya no se me fue de la cabeza. Hasta que recientemente decidí investigar más, aprender cómo, experimentar y crear los primeros prototipos.
Y realmente, cómo cada gato, cada pelo es diferente. Y por ello cada joya artesanal personalizada de este tipo [no sólo la mía] es 'posiblemente la joya más original del mundo' - y cargada de un inmenso valor emocional.
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