Vacaciones ¡No sin mi gato!

vacaciones con gato, animales

La seguridad es lo primero

 

Ampliando la información de nuestro post 'Viajando con gatos' queremos hoy incidir en la seguridad durante el transporte y la elección del alojamiento.

 

En el coche

 

Para evitar desagradables sorpresas, como multas y garantizar la seguridad de nuestro gato no debemos llevarlo NUNCA suelto en el coche. Puede distraer o molestarnos, limitando la posibilidad de maniobra y visibilidad e incluso meterse debajo los pedales y en caso de accidente sufrir lesiones muy graves e incluso mortales.

 

Según el Reglamento General de Circulación, Art. 18.1 y 3.1., transportar un animal suelto que pueda interferir en la conducción, puede ser sancionado con multa de hasta 100 euros. Cuando se lleven sueltos varios animales o un animal sentado en el regazo del conductor, los hechos podrían considerarse como conducción negligente (infracción grave) castigada con multa de 200 euros.

 

Poner nuestro gato en un trasportín en un asiento y asegurarlo con el cinturón tampoco resulta seguro: En un Crash Tests realizado por ADAC el trasportín se rompió con un impacto de sólo 50km/h. video1 | video 2

 

La mejor solución, recomendada por expertos, es colocar un transportín rígido en el suelo del vehículo entre los asientos delanteros y traseros, transversal a la dirección de viaje. Así el impacto es mejor absorbido, el trasportín apenas se deforma y el animal sólo llega a sufrir lesiones leves.

 

Un trasportín idóneo debe permitir al gato moverse, ponerse de pie y darse la vuelta y contar con suficiente ventilación.

 

 

Cuidado: ¡Golpe de calor!

En el interior del coche también hay que vigilar la correcta ventilación (sin exponer al gato a corrientes de aire) y la temperatura (no poner el trasportín al sol) y no dejar el gato NUNCA dentro de un coche aparcado cerrado para evitar un posible golpe de calor que puede ser fatal. En muy pocos minutos puede sufrir daños irreversibles que le llevan a la muerte.

 

Un síntoma de que nuestro gato no se encuentra bien es que empieza a jadear. Esto se puede deber a una temperatura excesiva (controlar la temperatura DENTRO del trasportín), o a situaciones de ansiedad, miedo y estrés excesivo.

 

Hay que tener en cuenta que los gatos son mucho más sensibles al calor que nosotros. Ellos sólo tienen glándulas sudoríparas en el ángulo de la barbilla, los labios, el ano y entre las almohadillas de sus patas y el miedo o estrés durante el viaje pueden acelerar la aparición de un golpe de calor. Especial cuidado hay que tener con gatitos, gatos mayores, obesos y enfermos, gatos de pelo largo o con la nariz muy chata.

 

Si nuestro gata está decaído, tiene temblores musculares, respira muy rápido y con esfuerzo y tiene el ritmo cardíaco aumentado está sufriendo un golpe de calor y hay que actuar rápidamente y bajarle la temperatura PAULATINAMENTE, mojando el pelo, sobre todo en la cabeza y el cuello, con una toalla humedecida (¡no tapar o envolver!) y darle de beber.

 

Si nuestro gato lo pasa mal viajando en coche podemos ayudarle relajándolo mediante feromonas sintéticas que reducen el estrés, empleándolas ya unos días antes del viaje, p.ej. rociando un cojín en el trasportín que dejamos ya días antes del viaje a la vista y abierto para que lo pueda investigar, olfatear, usar y sentirlo como un sitio seguro. También hay suplementos nutricionales para reducir la ansiedad. En caso de necesidad, pregunta a tu veterinario.

 

Algunos gatos tienen la costumbre de protestar a viva voz y no parar de maullar desde que arranque el coche hasta que vuelva a parar. No se sabe porque, pero parece que son excesivamente sensibles a los ruidos del motor.

 

 

Alojamientos que permiten animales

 

La Fundación Affinity edita cada año la Guía para viajar con animales de compañía, que recoge en su última edición las direcciones de 3.500 hoteles de España y Andorra, 3.700 casas rurales y 1.000 campings en los que se aceptan animales de compañía, además de 1.500 clínicas veterinarias y 220 residencias caninas y felinas, así como consejos varios para viajar con los miembros peludos de nuestra familia, y está a la venta por 12,50 €. 

 

También hay portales de búsqueda, cómo Se Admiten Mascotas (España, Portugal y Andorra) o Hoteles Mascotas, No Todo Hoteles (España, Portugal, Andorra y Europa), Tus Casas Rurales.

 

Hay que tener en cuenta que no todos los establecimientos que "admiten animales" admiten gatos, ya que muchos hoteles temen desperfectos causados por estos y no está demás tener un seguro de responsabilidad civil para el caso que nuestro gato (o perro) realmente rompa algo a hiera a alguien accidentalmente. Conviene que nos confirmen la aceptación de nuestra mascota, las condiciones y el precio.

 

Si nos alojamos en un establecimiento con servicio de limpieza hay que avisar que nos acompaña un gato y pedir que el personal sólo entre previo aviso y si estamos presentes para evitar que alguien abra la puerta y el gato se pueda escapar.

 

 

¿Qué llevarse de viaje?

 

Nuestro gato debe tener identificación (microchip) y disponer de cartilla sanitaria. Llevar una toalla y agua para poder socorrerle en caso de sufrir un golpe de calor. Para hacerle el viaje menos estresante, llevar sus utensilios conocidos (cuencos, cojín, manta, juguetes, cepillo, arenero etc.) y su alimentación y arena habituales.

 

Preparar un botiquín de primeros auxilios (compresas estériles, vendas, esparadrapo, tijera y pinza, spray desinfectante, crema curativa, suero fisiológico, termómetro) y buscar una clínica 24 h en destino por si acaso.

Llevarnos bolsas de plástico para los excrementos y quitamanchas y cepillo.

 

¡Felices Vacaciones!

 

... y si no puedes llevarte a tu compañero peludo de viaje - ¡llévate una joya con su pelo!